Puerta del museo

Puerta del museo
Fachada del museo

lunes, 26 de octubre de 2015

SALAMANCA, BARRIO DEL OESTE

SALAMANCA, BARRIO DEL OESTE 1
     Es Salamanca una gran ciudad en cuanto a su patrimonio se refiere. Salamanca tiene las comodidades de una ciudad pequeña, en donde se puede llegar andando a casi todos los sitios; algunas de las ventajas de las grandes ciudades, donde hay de todo y una rica y variada oferta cultural; y apenas algunos inconvenientes de esas grandes ciudades, por ejemplo el tráfico rodado o los barrios marginales.
Fachada del Ayuntamiento en la Plaza Mayor de Salamanca
     En su núcleo histórico se sitúan numerosos edificios que convierten a la ciudad en una de las más bellas de España, donde yo destacaría, sobre todos ellos, la Plaza Mayor. Aunque eso no quiera decir que desmerezcan el conjunto de sus Catedrales, la Casa de las Conchas, la Clerecía, la Torre del Clavero, el palacio de Monterrey, el Convento de las Dueñas, el Puente Romano, el convento de los Dominicos o las pequeñas iglesias de San Marcos y de San Benito, entre otros muchos monumentos que dejo sin citar.
Iglesia circular de San Marcos.
     Andar por las calles peatonales de esta ciudad es un auténtico placer: la calle Zamora, la Rúa, la calle Toro, la calle Compañía, la calle Meléndez y la calle Libreros. Perderse entre las callejuelas que circundan la Catedral o la plaza Mayor, o las que nos hablan de un desordenado pasado medieval tras la Clerecía es una especie de lujo que me doy cuando vengo a Salamanca.
Torres de la Clerecía
     Al margen de ese casco antiguo, de esa almendra central, que quedó para siempre definida por una muralla, apenas visible en la actualidad salvo en el costado que da al río, crece y se desarrolla la Salamanca moderna, residencial, comercial y a veces un poco más inhóspita.
Murallas junto al jardín de Calixto y Melibea.
     Esa ciudad moderna se divide en barrios, a veces bien definidos por las avenidas que los enmarcan, a veces difusos en el conglomerado de calles y espacios que lo forman.
     Hay en esta ciudad un barrio que, desde hace un tiempo, gracias a sus vecinos y a la asociación ZOES, que da curso a sus iniciativas, trata de humanizar la ciudad, de hacerla acogedora, de aprovechar sus recursos en beneficio de la gente del barrio. Me refiero al barrio del Oeste.
Plano del Barrio del Oeste con puntos señalando actuaciones creativas.
     Bien definido por el Paseo del Doctor Torres Villarroel al este, la avenida de Portugal al norte, la avenida de Villamayor al oeste y el paseo de los Carmelitas al sur, ha convertido su centro geográfico, la plaza del Oeste, en el centro cultural del barrio.
Edificio abandonado en la plaza del Oeste.

Actuaciones en parterres y arbolado de la Plaza del Oeste.
     No es ajeno a ciertos problemas que acechan a otros barrios: pisos y locales comerciales vacíos por una brutal crisis económica, edificios abandonados, falta de equipamientos culturales y sanitarios, y sobre todo falta de parques y zonas verdes.
Templo de las Carmelitas descalzas fundado por Santa Teresa, único espacio verde del barrio del Oeste.
     Un barrio concebido para albergar trabajadores, más como una ciudad dormitorio, que como un lugar de residencia y esparcimiento. Y sin embargo, revelándose contra su destino, este barrio está creando su propia imagen, más cálida, más humana, más cercana..., este barrio está creando un sitio para vivir.
Actuación pictórica sobre un banco.
Bolardos o pingüinos.
Actuación con ganchillo sobre los soportes para el aparcamiento de bicicletas.
      Con la colaboración de todos, especialmente de gente joven, el barrio se está convirtiendo en un gran museo, en una Galería abierta al arte urbano, en un homenaje a algunos de los nombres de sus calles, en un concurso de ideas creativas para manifestar con un grito silencioso que AQUÍ HAY GENTE VIVA.
Poemas de León Felipe en la calle dedicada al poeta.
     El arbolado, el mobiliario urbano, el edificio abandonado, la vieja escalera o esa bicicleta que apareció en el trastero, se convierten en elementos vivos, arropados por el ganchillo, la foto o el color. 
Edificio abandonado y actuación sobre él en la plaza del Oeste.
Escalera de mano forrada en colores.
Bicicleta forrada con ganchillo.

     Comercios, talleres, garajes y edificios abandonados ceden sus paredes, sus cierres, sus puertas para dar cauce a la creatividad y a la imaginación plasmadas a través de pinceles y colores.
Una de las primeras actuaciones en el barrio.
     La falta de espacios como zonas verdes se suple con imaginación en los alcorques, en los carros de la compra, en las latas de conservas reconvertidas en jardines y jardineras...
Actuaciones en paredes, parterres y árboles.
Jardineras con materiales reciclados
Jardineras en latas de conserva recicladas.
      Y no van a parar, van a seguir con sus actuaciones para dotar al barrio de lo que, en una primera concepción del mismo, no se tuvo en cuenta para nada: la HUMANIDAD.
Local de la asociación ZOES.
 


     Felicidades y que no decaiga el ánimo.
     En futuras entradas abordaré el tema de la Galería de Arte.
Javier Perals.

sábado, 17 de octubre de 2015

EL MUSEO SE SALE 2013

EL MUSEO SE SALE 2013.
     En el verano de 2013 el museo no se salió a la plaza como en años anteriores. Este verano se integró la exposición con el proyecto iniciado por otros paisanos sobre "La Cosecha".

     El trabajo realizado durante todo el proceso de la cosecha ha sido enorme, como se hacía hace ya bastantes años, y para la culminación de todo ese trabajo, con la trilla, quisimos que se hiciera coincidir una exposición que, por un lado, mostrara antiguas imágenes de las tareas de la cosecha; y por otro lado se mostraran algunas de las herramientas y utensilios que se usaban para todo ese trabajo.









     Así pues, como un acompañamiento a la exposición fotográfica que recordaba las distintas tareas de la cosecha, se sacaron del museo distintos aperos y herramientas para ambientar el centro social donde se montó la exposición.



     Pudimos ver fotos antiguas de personas pasando el arado con los burros y allí estaba también, mudo como los demás objetos del museo, el arado con su barzón en el clavijero.

     Vimos a personas que segaban hace mucho tiempo, en fotos en blanco y negro, y allí estaban las hoces y las manijas como testigos presenciales de aquellos hechos.

     Y vimos también muchas fotos de la trilla, momento en el que por las vacaciones escolares se juntaba mucha gente en el pueblo y echaba una mano en las tareas agrícolas.



     Y, como no, no podían faltar a la cita el trillo, ni el briendo, ni la pala de aventar

Javier Perals.

Calendario 2015

Calendario 2015
Calderos, pucheros y trebedes